El motor de aire comprimido transforma la energía que contiene el aire comprimido en trabajo mecánico.
Realiza un movimiento de rotación al recibir el aire a presión.
Ventajas:
Son ligeros y compactos. El arranque y paro es muy rápido y pueden trabajar con velocidad y par variables sin necesidad de un control complejo.
Los motores neumáticos más adecuados para su empleo son los rotativos de aletas, utilizándose también los de pistón radial para alcanzar grandes potencias.
Los cilindros son los componentes neumáticos, que mediante el uso de aire comprimido, producen un movimiento de avance y retroceso.
Básicamente están formados por una cámara con forma de cilindro hueco, por la que se mueve un pistón o émbolo. Para garantizar el cierre hermético entre el émbolo y las paredes del cilindro, se utilizan juntas de goma que reciben el nombre de juntas de estanqueidad.
En la base del cilindro, hay un orificio por el que puede entrar y salir el aire. Cuando se introduce aire a presión, el aire empuja al pistón; de esta forma conseguimos realizar un trabajo con la ayuda de la energía almacenada en el aire comprimido.
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